La piedra de Ena, por su resistencia y planeidad en su superficie también nos permite la formación de peldaños, para ello se utilizan piedras de longitud variable, y con un espesor que oscila entre los 4-5 cm hasta los 12-15 cm. Para realizar este tipo de trabajo hay que trabajar la piedra, tanto en el corte, dejándola cuadrada a las medidas necesarias, como en sus cantos vistos, no siendo necesario su superficie, siempre y cuando se coloque correctamente.